domingo, 13 de junio de 2010

T.O.T.B! - Yo, yo mismo y mi marca

Artículo publicado en la Revista Esforç de Junio-Julio 2010

Yo, yo mismo y mi marca

Por Rayde Luis Báez (Economista y especialista en Marketing Deportivo; Socio de la empresa SPORTHINK/Lead My Team. Síguelo en Twitter @SportingBull)

El patrocinio deportivo ocupa una buena parte de los 100 mil millones de euros que produce la industria deportiva anualmente, y muchas veces representa la mayoría de los ingresos del atleta. Por lo tanto, el deportista debe diseñarse, empaquetarse y venderse con éxito.

Una marca es la promesa de que un producto proveerá una serie de atributos, beneficios, servicios y experiencias de manera consistente a los consumidores. Un deportista profesional es en sí mismo una marca, construida a través de una identidad que se forja en los terrenos de juego y en las ideas de sus asesores. Y a su vez son los anunciantes que se apoyan en el deportista, los que buscan conectar con una audiencia que responde a los estímulos que éste transmite.

No obstante, la clave y tarea fundamentalmente importante es la del diseño de la identidad que esa marca debiese transmitir. Esto es clave porque no todas las celebridades deportivas, como Michael Jordan, llegan a convertirse en una “marca” (con todas las letras).

Es por ello que lo importante es el mensaje que transmite esa identidad. Cómo conecta con la audiencia. Y sobre todo, cómo puede hacer la conversión necesaria que permita capitalizar una y otra vez las asociaciones comerciales con la identidad.

Los deportistas deben buscar oportunidades de exposición a lo largo y ancho del abanico mediático, con el objetivo de continuar el proceso de aumentar el reconocimiento y la construcción de la identidad y la marca. Y ese proceso no tiene fronteras, porque en el Mundo actual no existen mercados lejanos, ni tan diferentes que los objetivos no puedan seguir una estrategia unitaria.

Deportistas tales como Andrés Iniesta (@andresiniesta8), Marcos Díaz (@marcos_diaz) o Danica Patrick (@DanicaPatrick) siempre han de aprovechar cada oportunidad para promover los aspectos e intereses remarcables de su vida; más allá del deporte, pasando por sus ambiciones, metas, prioridades y las interacciones comerciales que se acoplan a su vida, a través de sus patrocinadores.

Sin lugar a dudas, el objetivo es destacar y conectar. Tal cual sucede con la historia de portada de esta misma edición de Esforç (@Esforc). Es un llamado; una puesta en escena. Es una declaración de intenciones en toda regla. El excelente uso del lenguaje visual y el contexto que la historia subyacente quiere transmitir.

Le transmite al mercado (anunciantes y consumidores) mensajes múltiples sobre intensidad, excelencia, polivalencia, globalidad, compromiso y éxito. No se puede pedir más a una marca que lo englobe todo. Realmente, un paso en firme y adelante.

Cada interacción con la audiencia es un proceso nuevo y distinto, porque no hay medida universal, ni fórmulas ajenas aprovechables. El proceso es único y siempre es el mismo: definición de la identidad, establecimiento de la estrategia, comunicación del mensaje y promoción de la marca. Es un trabajo arduo las 24 horas del día, porque el individuo siempre es él y su marca, y la impronta que transmite.

sábado, 13 de febrero de 2010

T.O.T.B! - Money or sport? What's the real value of strategic decisions?

Trying to readjust to the European time, back from my trip to Santo Domingo, I can’t stop obsessing over the disjunctive situation that confronts strategic decisions and economic decisions in sports.

Where’s the point over which a decision maker decides to forego a specific amount of money over an opportunity where his sport, and as in many cases, his National Team will benefit from the best sporting opportunity?

So far the thought of the lack of objective character by some is overwhelming, although doesn’t deprive me of sleep.

I think more than ever, and specially in the Caribbean countries as Dominican Republic, is time for really prepared professionals taking over decision making positions in the sport organizing bodies and also in private initiatives.

Not always an “X” amount of money is the best deal. There are parallel benefits alongside monetary retributions, and in all cases there’s the opportunity cost (which is, for those who don’t have a clear sense of what it is, the value of the next-best choice available to someone who has picked between several mutually exclusive choices).

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Rayde Luis Báez



B.Sc. in Economics, Master's in Banking and Finance, in Sports Management, and in Sports Marketing and Communication.

domingo, 31 de enero de 2010

T.O.T.B.! - ¿Cuánto vale una estrella?

Desde donde me encuentro, en mi casa de Santo Domingo, vivo con expectación estos días en los que logré escaparme del frío de Barcelona, y visito a mi familia –que hacía mucho tiempo que no la veía- con una diferencia abrumadora de 22 grados Celsius.

También vivo con alegría un acontecimiento sin precedentes en la historia del Deporte Dominicano: la selección de Al Horford al juego de estrellas de Dallas, el próximo 14 de febrero.

Esta noticia, que me tomó por sorpresa en ruta hacia Santo Domingo la mañana del viernes, es grande en muchos sentidos y formas. Sobre todo en lo que respecta (o debería significar para) al avance del baloncesto en República Dominicana.
Al Horford "donquea" sobre Zydrunas Ilgauskas (Lituania) y Anderson Varejao (Brasil).


Soy de opinión que esta elección al Juego de las Estrellas, es el 4 hito por categoría de importancia en la historia de la disciplina en nuestros dos tercios de isla; superado por poder ganar unos Juegos Olímpicos, poder ganar un Mundial y que Al pueda ganar un anillo de Campeón de la NBA. En ese orden preciso.

No obstante, internamente en las filas de la Federación no es hora de echar las campanas al vuelo por un mérito de Al, y del sistema que lo moldeó como el jugador que es: el norteamericano. Y es que sin descontar la alegría y el regocijo de ver a un hijo de esta tierra recibir este reconocimiento, debemos detenernos a pensar que lo único que este logro de Al factura al baloncesto dominicano es el boom de jóvenes que se lancen a las canchas a intentar ser como él.
Es ahí donde me planteo las siguientes preguntas: ¿Cuánto vale una estrella de la NBA? ¿Cuánto vale para su equipo y para la liga? ¿Cuánto vale para sus patrocinadores, y sus potenciales patrocinadores? ¿Cuánto vale para su Selección Nacional? ¿Y para el deporte nacional en general?

Así como la respuesta –desde el punto de vista del negocio- es: una estrella de la NBA vale cuanto el quiera valer; para una Federación Nacional, que vela por el desarrollo y el fortalecimiento de la disciplina en su país, la respuesta sería: para la FEDOMBAL, Al Horford vale lo que la FEDOMBAL esté preparado para hacer con una estrella de la NBA.

Este planteamiento me asusta un poco, ya que en septiembre nos dimos cuenta que la Federación Dominicana de Baloncesto puede hacer poco con un equipo dotado de buenos jugadores, dos excelentes jugadores de la NBA, y una estrella de la NBA.

En la gestión del deporte, las oportunidades –y los momentos precisos- son como agua que se ve pasar debajo de un puente.

Si preguntamos hoy, 31 de enero de 2010 (a casi 150 días de la finalización del Torneo FIBA Américas Pre- Mundial), no se sabe de las razones específicas de la no clasificación al Mundial –cuando todo parecía presagiar ese resultado-, tampoco se saben los detalles de gasto de la inmensa dotación económica de la que dispuso la FEDOMBAL para la participación en el Pre Mundial de Puerto Rico –de hecho no se sabe a ciencia cierta la situación de la deuda con FIBA Américas por el montaje del Pre- Mundial de 2005 en Santo Domingo-, no se sabe cuál es el plan de trabajo para este año 2010 (en el cual hay dos torneos importantes de cara al ciclo de Londres 2010: Centrobasket y Juegos Centroamericanos y del Caribe). Esto solo por hablar del masculino Sénior, ya que el femenino y las categorías inferiores de ambos sexos están en un letargo operacional que parece ser de agrado de todos.

En fin, como no se sabe nada, es mejor decir lo que sé: Felicidades Al por tu logro. Mi recomendación sería que este verano descanses y pienses en tu próxima temporada. De todas formas, no creo que una Federación inoperante te eche de menos, y además creo que tu y los otros 11 compañeros de selección se merecen un plan de trabajo y preparación adecuado al nivel que sobradamente demuestran.


Rayde Luis Báez

Licenciado en Economía, Master en Banca y Finanzas, en Gestión Deportiva, y en Marketing y Comunicación Deportiva